Tal vez por su nombre, o porque en su “boite” actuaron músicos de la región, un buque de la antigua Flota Fluvial Argentina despierta especial nostalgia en nuestras dos capitales.
Se trata del magnífico “Ciudad de Formosa” al que más de un chaqueño o correntino recordará haber visto majestuoso en el puerto de la vecina provincia.
Desde 1964 hasta 1978 siete buques de pasajeros de la Flota Fluvial Argentina que operaban en el Río de la Plata navegaron constantemente. Tres estaban destinados al viaje entre Buenos Aires y la ciudad de Asunción en la época en que aún no se asfaltaba la Ruta Nacional 11. Eran el “Ciudad de Paraná”, el “Ciudad de La Plata” y el “Ciudad de Formosa”.
De los tres, el que tiene la historia más curiosa es el “Ciudad de Formosa”, un buque imponente de más de 100 m de eslora y casi 19 de manga, con un calado (profundidad de navegación) de 3,6 m, construido en Valencia, España, por el astillero Unión Naval del Levante SA, con capacidad para más de 500 pasajeros en sus respectivos camarotes. La nave estaba impulsada por tres motores de 2 tiempos que entregaban a otras tantas hélices una potencia máxima de 4500 CV.
El “Ciudad de Formosa” comenzó a navegar sin problemas por el Paraná en 1963, ya que en esa época no existían las represas de Itaipú y Yacyretá. La poderosa correntada del río daba entonces el calado para este tipo de naves y favorecía el desagüe del Paraguay sin la formación de los bancos que hoy complican el tránsito por la Hidrovía.
Alemán y su guitarra
El “Ciudad de Formosa”, al igual que sus dos buques gemelos, ofrecía espectáculos que sumaban valor agregado al viaje. En el salón de proa, cubierta principal, existía una “boite”, donde entre otros actuó el chaqueño de Machagai Oscar Alemán.
El servicio de pasajeros de la poderosa nave se prolongó hasta 1979, cuando fue radiado del servicio de pasajeros debido a la política económica de Alfredo Martínez de Hoz y la dictadura militar, que dispuso el desmantelamiento de la empresa Flota Fluvial del Estado bajo el argumento de que su existencia no era rentable, dejando de lado la necesidad de aprovechar lo que hoy se conoce como Hidrovía.
El barco que pasaba orgulloso por la Isla del Cerrito causando admiración al girar en el Paraná pasó a ser en 1981 un buque para la Escuela Nacional de Náutica, que lo compró por u$s 520.000 aportados por el Fondo Nacional de la Marina Mercante. En pocos meses fue incorporado a la Armada, con el nombre de “ARA Piloto Alsina”, y la identificación Q31 con la que pasaría a la historia.
Vigilante del río
El Q31 -como prefieren llamarlo los veteranos- nunca tuvo comandantes militares, sino capitanes de la Escuela de Náutica. A mediados de abril de 1982, el “Piloto Alsina” recibió por parte de los mandos navales la orden de suspender sus viajes de instrucción para ingresar en los talleres del astillero Tandanor, donde le instalaron dos ametralladoras antiaéreas calibre 12,7 mm, ya que sería destinado durante la guerra con Gran Bretaña a custodiar la entrada del Rio de la Plata.
La orden disponía además su alistamiento para tareas logísticas, y a tal efecto le fueron agregados elementos que le permitían reabastecer de combustible, agua o provisiones a otras unidades. En mayo de 1982 el gobierno del Reino Unido decidió considerar el estuario del Río de la Plata como parte del Atlántico Sur, por lo que quedaba incluido en el teatro de operaciones militares. En ese año el “ARA Piloto Alsina” comenzó a depender del Comando Naval de Tránsito Marítimo, para ejercer junto a otros barcos designados funciones de control efectivo en la boca del Río de la Plata en el operativo “León I”.
De todas maneras, el antiguo “Ciudad de Formosa” continuó realizando viajes, trayendo de regreso desde Uruguay a soldados repatriados y náufragos, y al terminar la guerra volvió a su posición de control, donde permaneció hasta el 24 de junio de 1982, momento en que por disposición de los mandos navales quedó desafectado del operativo “León I” para reasumir sus funciones de buque escuela.
Portacontenedores
El buque siguió en servicio, entrenando marinos hasta 1994, cuando fue vendido a Cargo Line SA y modificado radicalmente para navegar como portacontenedores bajo el nombre “Paraná Express”, regresando a las aguas que lo vieron hacer sus primeras millas náuticas, los ríos Paraná y Paraguay. En 2000, el veterano “Ciudad de Formosa” seguía pasando frente a la Isla del Cerrito y bajo el puente General Belgrano, pero con su nuevo nombre y bajo bandera paraguaya.
Así continuó haciendo viajes de carga cuando el calado de los ríos lo permitía, hasta que fue fondeado en la zona conocida como banco San Miguel, frente a la ciudad de Asunción, donde permaneció sin moverse hasta el 17 de febrero de 2018, cuando un misterioso incendio desatado en la timonera terminó con su vida útil. Finalmente, fue remolcado como chatarra hasta África, donde fue desguazado.
DESCRIPCIÓN DE LAS IMAGENES
1.- El “Ciudad de Formosa” a su paso por la confluencia, en viaje a Asunción.
2.- Bautizado “Piloto Alsina”, el “Ciudad de Formosa” con la nomenclatura militar Q-31 sirvió para retornar al país a soldados evacuados desde Malvinas a Uruguay. Luego siguió como nave escuela hasta 1994.
3.- Bajo bandera paraguaya e irreconocible, el antiguo “Ciudad de Formosa” fue bautizado “Paraguay Express” para el transporte de contenedores por los ríos Paraná y Paraguay.
4.- El grave incendio que afectó al “Paraguay Express” en 2018. La nave estaba fuera de servicio desde dos años antes, porque los ríos perdieron profundidad. Tras el siniestro fue vendida como chatarra y desguazada en África.
FUENTE: DIARIONORTE